Estilos

Purl Ale, el desayuno de los campeones

El Purl, también llamado Wormwood Ale o cerveza de ajenjo, fue una bebida muy común entre los trabajadores ingleses del siglo XVIII, sobretodo los trabajadores de la construcción. De hecho era tan común que lo normal era consumirla a primera hora de la mañana, justo antes de empezar la faena, bien temprano, a las 7 u 8 de la mañana. Digamos que por cercanía, esta costumbre la podríamos comparar con el famoso carajillo español.

Lo que buscaban sin duda era meterse en el cuerpo una buena dosis de energía que les espabilara un poco y les pusiera a tono para empezar la faena con ganas. Ni café, ni té ni leches en vinagre, una buena pinta de cerveza aderezada con ajenjo (artemisia absinthium), una planta herbácea medicinal, del género Artemisia, originaria de las regiones templadas de Europa, Asia y norte de África. Conocida ya por los egipcios y transmitida después a los griegos y romanos, esta hierba fue denominada la “madre de todas las hierbas” en la obra de 1644 El Tesoro de los pobres, dadas sus múltiples aplicaciones curativas. Se utiliza como tónico, febrífugo y antihelmíntico, así como en la elaboración de la absenta y del vermut. Viendo las cualidades de esta planta se entiende mejor el aporte que esta cerveza tenía en estos trabajadores.

Además de con ajenjo hubo otras versiones en las que se mezclaba también con otros ingredientes como jengibre, cáscara de naranja amarga u otras especias. No en vano con el tiempo, a mediados del siglo XIX aproximadamente, el ajenjo se fue sustituyendo en su totalidad por estos otros ingredientes. El ajenjo además aportaba amargor a esta bebida, que entonces no se solía elaborar con lúpulo, y por lo tanto también hacía las veces de conservante.

Se dice que esta planta tenía también propiedades alucinógenas, pero no está claramente demostrado que tuviera esos efectos entre estos trabajadores, de hecho hubiera sido casi imposible que realizaran su trabajo bajo esos efectos sin acabar lisiados o muertos dada la peligrosidad de sus tareas. La verdad es que en aquella época la elección estaba entre un trago de ginebra o una purl, así que la elección por esta bebida fue muy acertada.

El purl cogió tanta fama que se llegó a mencionar en varias novelas de Charles Dickens, como «The Old Curiosity Shop», en la novela “Las alegres esposas de Windsor” de Shakespeare  y en el diario de Samuel Pepys, un funcionario naval, político y célebre diarista británico, que ya la mencionaba en el siglo XVII. Pero ya a finales del siglo XIX quedó prácticamente extinto y sustituido por las ya cervezas ales inglesas con lúpulo.

Con la llegada de la ginebra en el siglo XVIII, el purl se convirtió en muchos lugares en una mezcla de cerveza caliente, ginebra y azúcar, lo que viene siendo un cóctel. Hoy en día todavía se sigue elaborando este tipo de cóctel, con diferentes variables, en algunos locales ingleses. En Londres hay un pub llamado Purl London donde te puedes tomar uno y también hay una versión de purl que se hacía con vino en lugar de cerveza, llamada Purl-Royal.

Lo que sí que no están bien definidas del todo son las características organolépticas de esta bebida, ya que podía variar bastante de un lugar a otro. Lo más normal es que por la época en la que fue más popular tuviese ciertas similitudes con una Pale Ale inglesa o una Porter menos oscura, con uso de maltas pálidas inglesas y algo de maltas más caramelizadas y tostadas, lo que le proporcionaría notas de pan, caramelo y ligeros tostados, junto con el ya mencionado amargor que le daba el ajenjo. De color cobrizo, claro u oscuro, dependiendo del tipo de maltas de mayor uso y un aroma con toques de madera, regaliz y naranja amarga.

En la actualidad pocas cerveceras, por no decir ninguna, elaboran este tipo de cerveza o similar. Entre las referencias que he podido encontrar por la red la más reseñable es la Green Purl de la Sonoma Springs Brewing Company de Sonoma (Californa), que en algunos sitios la clasifican como una Scottish Gruit o  Ancient Herbed Ale (cerveza antigua de hierbas).

Un estilo, o una rareza más a tener en cuenta, de esas tantas que se han ido olvidando y perdiendo con el paso del tiempo. Quien sabe, quizá algún día alguien se vuelva un poco loco y se anime a reeditar viejos estilos olvidados y nos encontremos con alguna que otra sorpresa. Hasta entonces habrá que seguir disfrutando de nuestras cervezas más cercanas.

Salud!!

Fuentes: “The Curiosities of Ale & Beer: An Entertaining History” de John Bickerdyke, “A History of Beer and Brewing” de Spencer Hornsey, camravancouver.ca, the beervault.

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