Ya de vuelta, y asentados en la rutina del día a día, saco unos momentos de tranquilidad para contaros una de las mejores experiencias cerveceras que he podido disfrutar en los últimos años. Sí, experiencia, por que si algo ha sido esta renovada edición del CICA 2021 ha sido toda una experiencia.
Lo que voy a hacer es empezar por el final, por los agradecimientos, y es que hay mucho que agradecer y a muchas personas. Empezando por la organización, la grandísima organización que ha hecho posible todo esto y que ha puesto al CICA en el top ten de los concursos de cerveza a nivel europeo, y mundial diría yo, que para eso soy de Bilbao.
Empezamos por Iván Rodríguez, Alexis Sánchez y Daniel Gonzalo, de Momentos Cerveceros y La Birra Nostra, quienes han tomado las riendas de la organización del concurso y las catas de una manera excepcional. No es fácil organizar un concurso así y gestionar casi 350 cervezas presentadas y 18 jueces, tanto nacionales como internacionales. Y ellos lo han bordado.
Seguimos con la organización del evento, por que el CICA 2021 no solo ha sido un concurso de cervezas, también ha sido todo un evento, lleno de actividades, momentos muy especiales, experiencias gastronómicas únicas y una gran I Fira de la Cervesa Artesana Balear, todo ello, y mucho más, ha sido posible gracias a la incombustible Lorena Vaca y todo su equipo de LVG Eventos, Majo García, con su gran labor de comunicación y relaciones públicas, la gran fotógrafa de eventos Gema Cristobal y su infinita sonrisa, Gabriel, y algunos más que seguro me dejo. Pocas veces se cruza uno con profesionales de esta talla, lo que han trabajado y conseguido es para quitarse el sombrero.
Por supuesto, como no, a mis compañer@s jueces y juezas, por su gran labor y estupenda compañía. Ha sido un verdadero placer poder compartir esta experiencia con semejante elenco, y sobretodo poder volver a vernos después de tanto tiempo, que ya iba siendo hora, y poder ponernos cara en algunos caso. Y que decir de Aitor Pedrueza y Alex Rodriguez, de Beers & Trips, quienes han cubierto el evento sin perder detalle y con una alegría contagiosa.
Y por último, y no por ello menos importante, agradecer el apoyo y el compromiso de las instituciones públicas, como el Ayuntamiento de Santa Margalida en Can Picafort y su oficina de Turismo, a la Asociación Hotelera de Can Picafort, de la mano de Carmen, al Hotel Zafiro por hacernos la estancia tan agradable y a todos los cerveceros y cerveceras que han hecho posible la Primera Fira de la Cervesa Artesana Balear, sin ellos esto no habría sido posible.
Como veis muchos agradecimientos, y muy merecidos, y es que para llevar todo esto a cabo han hecho falta muchas manos y muchísimas horas.
Mucho más que cervezas
Pues sí, además de catar casi 350 cervezas, de 9 países diferentes, este año, en esta nueva y renovada edición del CICA, hemos podido disfrutar del entorno, la cultura y la gastronomía de Can Picafort, la cual recomiendo desde ya mismo. Para que os hagáis una idea de cómo han sido estos días y para poneros los dientes largos, os lo resumo un poco:
Día 1
Nada más aterrizar en Mallorca puse rumbo hacia el bar Cristal, en plena Plaça d’Espanya de la capital balear, donde me esperaba Manuel Manzanaro, posiblemente el mejor locutor de radio de las islas, para charlar sobre el CICA en su programa Las tardes del Cristal, en el cual tengo el placer de colaborar. Tras un rato de buena charla y poder conocernos en persona, pusimos rumbo a Can Picafort.
Una vez allí visitamos la Finca pública Son Real, un entorno natural, ideal para desconectar y pasear, donde se encuentra una de las referencias más importante en cuanto a patrimonio arqueológico en Baleares, con un gran número de yacimientos de diferentes períodos de la prehistoria, entre ellos el más destacado es la Necrópolis de Son Real, también conocida como la Punta de los Fenicios. Y como después de un buen paseo siempre hay apetito, disfrutamos de un excelente lunch y vinos locales en Santa Margalida.
Día 2
Tras una breve presentación sobre Can Picafort nos dirigimos a una preciosa finca mallorquina, enclavada en un entorno rural, y donde pudimos realizar un taller de hierbas mallorquinas y nuestro propio licor de hierbas, del cual daremos buena cuenta dentro de 1 año si la paciencia nos aguanta. Y como no podía ser menos, el cocinero artesano Pep Socies nos brindó un excelente arroz brut caldoso y especiado, o arroz sucio mallorquín, típico de la zona. Por supuesto acompañado con otros productos y platos locales, como una riquísima sobrasada casera o un queso curado de oveja roja mallorquina de la quesería Son Jover, en la localidad de Inca, que estaba impresionante.
Ya por la tarde comenzamos con la primera ronda de catas, y para despejarnos un poco, paseo hasta el puerto y charla con el escultor local Joan Bennàssar, autor, entre muchas otras obras, de las bonitas esculturas que acompañan el litoral de Can Picafort. Y como colofón final, estupenda cena en el restaurante El Puerto, donde nos atendieron y comimos de maravilla.
Día 3
La tercera jornada comenzó fuerte, segunda ronda de catas para empezar bien la mañana y visita y comida al Rancho Grande, que como su nombre indica es un rancho en toda regla, con un restaurante-asador donde pudimos disfrutar de su plato estrella, la Porcelleta. Un cochinillo asado de Porcelleta Negra Mallorquina de Son Serra de Marina que solo con ver la bandeja te hacen los ojos chiribitas. Ya por la tarde, después del homenaje gastronómico que nos dimos, continuamos con las sesiones de cata hasta la hora de la cena, la cual tuvo lugar en el Bistro Mar Club Naútico de Can Picafort, donde degustamos diferentes platos en cuya elaboración se había empleado cerveza.
Día 4
El cuarto y último día comenzó igualmente con la última sesión de catas, donde ya se decidieron los medalleros. Le siguió otro homenaje gastronómico, como no podía ser menos, de la mano del restaurante Atiar Beach, que nos deleitó con un impresionante arroz meloso con bogavante que si con la Porcelleta te hacían los ojos chiribitas con este arroz se te salían directamente de las órbitas. Tras un merecido descanso visitamos la I Fira de Cervesa Artesana Balear, donde pudimos disfrutar de las cervezas baleares y sus elaborador@s, y donde se hizo entrega del premio a la mejor cervecera artesana Balear del CICA 2021, el cual recayó en las manos de la cervecería menorquina Grahame Pearce. Y ya para terminar estos maravillosos días que hemos podido disfrutar en Can Picafort, nos llevaron al Casal de Santa Eulàlia, un hotel rural de ensueño, de verdad que merece la pena ir a verlo si se está por la zona. Tuvimos una cena degustación muy, muy rica y elaborada, en algunos de sus platos, con productos de la zona y de la propia finca.
Y este fue el remate final a estos días intensos, llenos de grandes momentos y una estupenda compañía. El cansancio acumulado queda en un segundo o tercer plano cuando tienes el privilegio de poder disfrutar y participar de algo así, y sobretodo cuando eres consciente del enorme trabajo que ha realizado mucha gente para que unos pocos tengamos este privilegio y para poner por todo lo alto a la cerveza artesana en Baleares. Solo espero que el próximo año podamos repetir.
Ya termino, no sigo dando envidia 😊, pero no sin antes volver a felicitar a toda la organización y esos grandísimos profesionales, jueces y juezas, que han estado detrás de este gran evento. Enhorabuena y hasta pronto.
¡Salud y buena birra!
– Fotografías a cargo de Gema Cristobal.