Cultura e Historia

La cerveza en La Rioja, una historia entre viñedos.

Se suele decir que donde manda capitán no manda marinero, y la verdad es que suele ser así. Y ese dicho se puede aplicar perfectamente aquí en La Rioja, la tierra del vino, o al menos la tierra de grandes vinos, donde estos caldos son sin duda alguna su buque insignia desde tiempos inmemorables y han llevado el nombre de esta tierra hasta los confines del mundo.

El vino es en La Rioja uno de los mayores motores económicos, aquí no solo se elabora vino, aquí se siente el vino y aquí el vino tira del carro en una gran medida. Tradición y cultura vitivinícola en cada comarca, en cada pueblo y en cada esquina. Pero como no solo de vino vive el hombre, la cerveza, esa otra gran bebida que nos acompaña desde el principio de los tiempos, también ha tenido, y tiene, su parte de protagonismo en esta región. Jamás le hará sombra al vino, ni se pretende, pero también es justo darle la importancia y el protagonismo que se merece.

Para hablar de la historia de la cerveza en La Rioja tampoco hace falta que nos vayamos muy lejos en el tiempo, apenas hay información documentada sobre ello y la que hay nos remonta allá por el año 1877. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se empezaron a establecer en España varias fábricas de cerveza, muchas de ellas con orígenes alemanes, que saciaban no solo la sed, sino también el creciente interés  y gusto en la sociedad por esta bebida. Muchas de esas fábricas, por lo general de mediano o pequeño tamaño, se ubicaban en capitales de provincia, como fue el caso de Logroño, a donde llegó procedente de Madrid  Antonio Gessner.

Antonio Gessner fue un maestro cervecero, con orígenes alemanes, afincado en Madrid, director y propietario, junto a otros socios, de la fábrica de cervezaSanta Isabel, ubicada en la capital madrileña en 1861, y donde se elaboraba la cerveza “La Alemana”. Antonio Gessner era sobrino a su vez del maestro cervecero alemán Carlos Brück, quien fuera director técnico de la fábrica Santa Bárbara (1815-1990), situada en la calle Hortaleza y donde Gessner trabajó durante varios años. Antes de marcharse a tierras riojanas, Gessner abriría una nueva fábrica en Madrid, La Vienesa, en 1870.

Ya en 1877 Gessner se traslada a Logroño para levantar allí su propia fábrica de cerveza en la calle San Gil, donde permanecería hasta el año 1880 aproximadamente. Se desconoce si la cerveza que ahí elaboraba llevaba el mismo nombre de “La Alemana” o si por el contrario prefirió emplear un nombre distinto para sus elaboraciones, la documentación existente no lo certifica del todo.

Poco después de su llegada a la capital riojana aparece su primer competidor, José Pons y Manonelles, con su marca “La Barcelonesa” o “La Barcelonesa Pons” y cuyas instalaciones estaban ubicadas en la carretera de Burgos. Además de fabricantes de cerveza, entre otras cosas, también se dedicaban a la fabricación y venta de hielo y bebidas gaseosas, algo muy habitual en aquella época entre los empresarios de ese sector. Al parecer, José Pons también servía junto a su familia sus cervezas y gaseosas en un local de la calle Mercado, junto a la conocida calle Portales de Logroño, desde 1887. A partir de 1895 serían los hijos de José Pons quienes continuaran con el negocio familiar, distribuyendo y vendiendo sus cervezas bajo la marca “La Cruz Roja”, renombrada en 1895 al inglés como “The Red Cross”.

En 1897, a la muerte del padre, Víctor y Ángel, los hijos de José Pons, deciden continuar su vida empresarial por separado, Ángel Pons llegaría a ser un nombre conocido en la política local riojana y su hermano Víctor Pons continuaría con el negocio de las bebidas, solicitando en 1904 el establecimiento de una pequeña fábrica de cerveza y gaseosa en la calle Vara de Rey, que tan solo duraría 4 años.

Hay una referencia que hace mención a una fábrica en 1842 conocida como el café de Félix Infante, pero es muy probable que más que una fábrica de cerveza se limitase más bien a embotellar y vender cerveza que compraba fuera.

A partir de 1900 también aparecen otros nombres vinculados a la fabricación y venta de cerveza en Logroño, como el del alemán Agustín Richle, vinculado también como socio a Isidro Torregrosa, cervecero alicantino que regentaba una pequeña cervecera o local en Vara de Rey, donde ya en 1904 aparecería ubicada la fábrica de Richle. Es muy probable que la fábrica de Richle a la que se hace alusión fuese la misma que montó Víctor Pons y que este se la traspasara, ya que coinciden tanto en fecha como en ubicación.

En 1907, ya como único propietario de la fábrica, Richle ampliaría su negocio introduciendo también la venta de hielo y gaseosas. En 1921 vendería la fábrica a Regino Fernández, un empresario del sector de las gaseosas y refrescos, quien la mantuvo en funcionamiento hasta 1931, año en el que desaparece por completo toda actividad de fabricación cervecera en la capital riojana, hasta el reciente resurgimiento de las cervezas artesanas.

El resurgir de lo artesano

El boom de la cerveza artesana recaló en España, de la mano de unos pocos locos, ya hace unos cuantos años, me aventuraría a decir que algo más de 20 años incluso. Pero el gran repunte se ha dado en estos últimos 8 o 10 años realmente.

El primero en recalar, en 2011, fue Alberto Pacheco y sus cervezas Mateo & Bernabé. Alberto apostó por este proyecto en un momento de convulsión económica, pero con la total convicción de que era el momento exacto de apostar por un producto de calidad y con una identidad propia muy marcada. Sus primeras cervezas hacían un gran guiño a La Rioja y a su capital, su cerveza Mateo, una Weissbier o cerveza de trigo, lleva el nombre del santo que festeja la fiesta de la vendimia y su cerveza Bernabé, una Golden ale, lleva el nombre del patrón de la ciudad de Logroño. A estas le siguieron otros dos santos, Fermín, una Red ale, y Santiago, una Abbey Ale con la que se llevó una plata en los World Beer Award de 2013.

Mateo & Bernabé fue una apuesta de calidad, no solo en el producto sino también en su imagen y diseño. Una cerveza natural y singular, fiel a sus principios, y con grandes aspiraciones gastronómicas. A estas elaboraciones les siguió una segunda marca o una segunda línea de cervezas, Little Bichos, una serie de cervezas de variados estilos con una imagen más “informal” con nombres de animales. Entre esta gama de cervezas están la Gorila (Stout), la Hormiga (Brown Ale con trenza riojana), la Manta (American IPA) o la Cangrejo (Pale Ale).

Alberto Pacheco puso esta primera piedra y su testigo lo cogió el grupo empresarial Cervecera Artesana Riojana, ubicado en la pequeña localidad de Nalda, un entorno emblemático que aprovecha la gran calidad de sus aguas, procedentes de un manantial de la cuenca alta del río Iregua, y que desde 2013 elabora dos gamas de cerveza, por un lado la Palax, una lager más que correcta, con una aroma y un sabor muy limpios que la hacen una cerveza muy bebible. Y por otro lado su gama Ceriux, que destacan notablemente por uno de sus ingredientes añadidos, el mosto concentrado de uva, lo que le aporta a las cervezas aromas y sabores muy vinculados al mundo del vino, haciendo así un guiño a la comunidad de La Rioja.

Dentro de su gama Ceriux podemos encontrar la Rubia y la Tostada, ambas dos son las que llevan mosto concentrado d uva, y su cerveza de Vendimia, la cual elaboran en dos versiones, una con el tipo de uva Tempranillo y la otra con uva Viura, ambas muy empleadas en La Rioja, la Tempranillo para la elaboración de vinos tintos y la Viura o Macabeo, para la elaboración de vinos blancos. Así como su cerveza Palax fue concebida para un consumo más enfocado a la hostelería, su gama Ceriux está más enfocada hacia la restauración y la gama de productos gourmet, tal y como nos comenta David Morillo, brewmaster de la empresa, además de enólogo de formación.

David también comenta que “tras varios intentos por elaborar otro tipo de estilos y tras sondear profundamente el mercado la empresa se decidió por mantener únicamente estas dos gamas de cerveza y apostar por el mercado exterior, ya que es donde más mueven sus marcas, en países como Bélgica, Inglaterra o incluso Alemania, aprovechando la distribución del canal horeca que el propietario de la empresa ya trabajaba con anterioridad”

Con una de las mejores instalaciones cerveceras de la región y tras un comienzo con una fuerte apuesta promocional, Palax y Ceriux han ido perdiendo mucho fuelle, no solo en el mercado local, sino también a nivel nacional, quedando relegada su venta básicamente en supermercados de gran superficie.

Del calor del hogar al abrazo de los fermentadores

El tercero en discordia que se atrevió a adentrarse en el mundo de la cerveza, comercialmente hablando, fue Iñigo San Sebastián Barja, un experimentado e inquieto cervecero casero que decidió dar el salto al más allá de la cerveza y lanzar su propia marca de cerveza, Nox Birras Singulares, en el año 2014. Iñigo elaboró como nómada (cervecero sin fábrica propia) algunas de sus recetas caseras como la Caudal en Llamas, una Smoked Stout, o su Karls Trauma, una Kölsch alemana de corte riojano.

Iñigo comenzó a elaborar cerveza aprovechando un pequeño parón laboral que tenía semanalmente, lo que le proporcionó tiempo para ponerse manos a la olla. Tal y como nos comenta, “con una de mis primeras recetas de home brewer gané el primer concurso de cerveza casera de La Abadía de la Cerveza, con una Stout clásica, algo subidita, pero la verdad que la clavé. El premio del concurso era elaborar 500l en Mateo y Bernabé, de Alberto Pacheco, miembro del jurado junto a Félix Bacaicoa de Rivvo de Ogga; ambos votaron por ella, de hecho arrasó”

“Por diversos motivos ese lote no se llegó a elaborar pero eso me llevó a conocer a Mikel Muñoz, alma mater de la marca Drunken Bros, en Vizcaya, con el que intercambiaba algunas cervezas de vez en cuando. Fue con quien me introduje en la elaboración profesional como cervecero nómada, al igual que ellos. Y entonces decidí elaborar por mi cuenta el lote de la cerveza ganadora del concurso en la cervecería Marbi, de Medina de Pomar (Burgos), y ahí nació el primer lote profesional de mi cerveza Agua de Caudal”

Tras esta primera experiencia Iñigo se fue hasta Toledo, a las instalaciones de Cervezas Domus, para seguir elaborando sus cervezas, las cuales consiguió vender en ciudades como Oviedo, Gijón, Bilbao, Pamplona, Madrid y Logroño. Tras unos altibajos con sus cervezas Iñigo optó un año después por no seguir con este proyecto y volver  a hacer sus elaboraciones en pequeño formato y para su uso y disfrute.

Otro buen cervecero casero de la tierra que ha dado el salto a lo comercial, aunque en esta ocasión de manera esporádica, es Jose Antonio Ruiz, cuya buena mano con las maltas, los lúpulos y la levadura le han acarreado una más que merecida fama. Jose Antonio elabora, como he dicho antes de manera esporádica, alguna de sus recetas a nivel comercial bajo la marca Jose & Roll, realizando estas elaboraciones en la fábrica de cerveza Brew & Roll de la vecina localidad navarra de Barañáin, propiedad del cervecero Javier Zornoza, sobradamente conocido en el sector a nivel nacional.

Jose Antonio descubrió su pasión por la cerveza bien pronto, adentrándose de la mano de algunos pocos locales logroñeses en el mundo de las cervezas de importación, principalmente de origen belga. Pero no fue hasta tiempo después cuando su gusto se convertiría en una inquietud, sobre todo tras conocer a cerveceros de localidades vecinas como el vizcaíno Mikel de Drunken Bros, el vitoriano Oscar Gutiérrez de Falken o el también vizcaíno Txus de Laugar. A partir de ahí comenzó a elaborar sus primeras cervezas con los famosos kit todo en uno que se pueden encontrar fácilmente por las redes. El salto a una elaboración menos amateur lo dio tras adentrarse más de lleno en este mundo de la mano de Naparbier, la famosa cervecería navarra de Noáin.

Como nos comenta Jose Antonio“mi curiosidad por elaborar crecía por momentos y gracias a un curso de elaboración impartido por Mikel Muñóz (Drunken Bros) decidí comprar todo lo necesario para elaborar en todo grano. Después de unas cuantas elaboraciones con dispares resultados vi que para hacer cerveza, como para casi cualquier cosa en esta vida, es necesario conocimientos y dedicación”

Fue entonces cuando conoció al ya mencionado Javier Zornoza de Brew & Roll, naciendo así Jose & Roll y comenzando con sus elaboraciones conjuntas, entre las cuales se encuentran su Draco, una Imperial Red Ale de 9,3 grados, la Avalon, una IPA más maltosa o su última creación, una Imperial Black IPA de 10 grados llamada Dark Side.

Y aunque no sea de manera profesional, también cabe destacar la presencia que tienen en la comunidad riojana la Asociación de Cerveceros Caseros de Navarra y La Rioja (ACCNR), a la cual pertenecen también tanto Iñigo como Jose Antonio. Una asociación creada en 2018 conjuntamente entre apasionados de la cerveza de ambas comunidades, y desde donde no solo se pone en valor todo lo relacionado con su elaboración a nivel casero sino también todo aquello que de una u otra manera rodea a la cerveza. Desde esta asociación promueven diferentes actividades para sus socios, desde elaboraciones conjuntas, talleres y charlas hasta la misma organización de concursos nacionales de cerveza casera, como fue el celebrado en la pasada edición del festival de cerveza Ultreyabeer 2019, que tuvo lugar en la vecina localidad navarra de Viana.

Rubén González Calvo es su presidente y nos cuenta que: llevaba un tiempo observando que la cantidad de gente que hacía cerveza en casa era más de la que parecía,  y tras hablar con gente cercana sobre si sería viable hacer una asociación de Cerveceros Caseros y quienes estarían dispuestos a ayudarme, salimos cinco personas, Fernando Esteban, Germán Molinero, Iñigo Jimeno, Arantza, de Beer Kupela, y yo mismo”

Decidieron pues ponerse manos a la obra y poner en marcha la asociación. “Hicimos los estatutos, nos reunimos y creamos el acta fundacional, me encargue de hacer todo el papeleo, que ya sabemos lo que marea la burocracia en España, y nos pusimos en marcha”, cuenta Rubén.

La decisión de unificarse con La Rioja vino dada tanto por la cercanía como por el número importante de conocidos que tenían en dicha comunidad. “Así que el 7 de septiembre del 2019 enviamos toda la documentación y ya nos pusimos a hacer actividades, y a mediados de diciembre nos aceptaron los papeles y ya éramos oficialmente la Asociación de Cerveceros Caseros de Navarra y La Rioja”. Rubén matiza también que “algo más de un año después somos casi  50 miembros y, aunque esta crisis sanitaria nos está retrasando, tenemos muchas actividades muy interesantes por hacer, además de las que ya hemos hecho”.

Los años del boom

Entre los años 2016 y 2019 surgieron varias marcas más en la comunidad riojana, concretamente cinco; Rivvo de Ogga, Sargs, Beertag, La Rúa Brewery y Samhain.

Rivvo de Ogga nació de la mano de Félix Bacaicoa y Daniel Oterino, dando también el salto desde la elaboración casera a la comercialización de su propia marca. Tras pasar durante un tiempo por el sector hostelero, a finales de 2016, montaron una pequeña fábrica en la vecina localidad de Lardero, muy cercana a Logroño. Algunas de sus creaciones son su Session IPA “Nereida”, la American Pale Ale “Gunslinger”, la Dark Mild “The Big Advisor”, su Black IPA “Blackita”, la British IPA “Intrepid Fox” o la American IPA “Chipa”.

Casi a la par de Rivvo de Ogga surgiría también a finales de 2016 Sargs, un proyecto nómada con Jose Miguel Santamaría, Txemi, a la cabeza. Sargs es, como bien describe Txemi, un sueño y una ilusión hechos realidad. El salto de homebrewer a elaborar de manera profesional se lo debe a su pareja, Sara, quien le animó a dar este gran paso tras ver la buena aceptación que tenían sus elaboraciones caseras. Lotes pequeños y frescos, pensados sobretodo en la calidad, son las reglas de este cervecero riojano que entre sus elaboraciones tiene cervezas de estilo IPA, Amber Ale, Baltic Porter, Session IPA, Neipa o su última y más reciente elaboración, una American Stout elaborada con cacao y piel de naranja en colaboración con la cervecería burgalesa Virtus.

Tras ellos llegó la primera voz femenina en el ámbito cervecero riojano de la mano de Pagui Albino y su cerveza Beertag, que se arrancó a finales de 2017 con el lanzamiento de tres referencias, una Blonde, una American Pale Ale y una IPA, como no podía ser de otra manera. El proyecto de Beertag fue también un proyecto nómada, es decir, sin instalaciones propias, que es a lo que suelen optar la mayoría de cerveceros y cerveceras que se adentran en la elaboración profesional para evitar grandes costes iniciales principalmente. Y digo fue por que lamentablemente este proyecto duró apenas 1 año en el mercado. Pagui y sus cervezas se ubicaban socialmente en Badarán, una pequeña localidad muy cercana al bonito monasterio de San Millán de la Cogolla.

Logroño, una ciudad regada de buena cerveza

El penúltimo proyecto cervecero en estas tierras llegó de la mano de un grupo con una amplia trayectoria en el sector hostelero y que decidió apostar de lleno por la cerveza. Manolo, Daniel y Montxo forman el conocido grupo hostelero Odeón, que en la actualidad consta de dos locales, como son el Odeón Plaza del Mercado, ubicado en pleno centro de la capital riojana, junto a la maravillosa catedral de Santa María de la Redonda, y el Odeón Parlamento, sito en la plaza del parlamento de La Rioja.

Estas tres almas inquietas decidieron enfocar sus locales hacia la especialización cervecera allá por 2017, momento en el que decidieron también abrir una tienda especializada de cervezas, Bierhaus Odeón, a la que recientemente le ha seguido una página web de venta online, www.bierhaus.tienda, con la que pretenden dar una mayor visibilidad a la cerveza y llegar a un público más amplio sediento de buena birra. En camino se encuentra también la apertura de un nuevo local que llevará el mismo nombre de Bierhaus Odeón, que aportará al grupo un nuevo concepto de cerveza y gastronomía, en un ambiente de lo más confortable.

Pero el proyecto de Bierhaus Odeón no se queda solo en eso, que no es poco. En 2018 nace La Rúa Brewery, este proyecto nació también de la mano de un nuevo socio, Miguel Ángel, enólogo y cabeza visible de la riojana Bodega Vinícola Real, ubicada en la cercana localidad de Albelda de Iregua, y todo un experto y apasionado del mundo de los destilados y licores, que quiso adentrarse en el mundo de la cerveza artesana de la mano de Bierhaus Odeón, mostrando de esta manera que ambos sectores, el del vino y el de la cerveza, pueden ir de la mano perfectamente.

La Rúa Brewery es una cervecera joven con una gran proyección y con un enfoque claro y directo, hacer buenas cervezas, muy bebibles y para todos los gustos. Lo suyo es verdadero entusiasmo y  devoción por conseguir hacer de sus cervezas un referente de calidad. Entre su portafolio podemos encontrar una buena variedad de estilos de cerveza, como su IPA Lupus, su Belgian Strong Ale Mercury, su Imperial Stout Babylon o las recientes incorporaciones de la Trippel o la Helles.

Esta labor se ha visto recompensada con la consecución de importantes premios en dos de sus cervezas, la Mercury (Belgian Stron Ale) que se llevó la medalla de oro en el pasado World Beer Awards 2019 de Londres y su Babylon (Imperial Stout) que se alzó con una medalla de plata en la cuarta edición del Barcelona Beer Challenge 2019.

Junto a la creación y lanzamiento de su propia marca, La Rúa Brewery decidió darle una amplia visibilidad a este nuevo proyecto con la apertura de tres locales en la capital logroñesa, La Rúa Craft Beer & Food, donde además de buena cerveza también ofrecen una amplia oferta de hamburguesas, bocadillos y diferentes platos para picar y compartir al que han acompañado dos locales más en la conocida calle Laurel de Logroño, La Rúa del Laurel  (Travesía de Laurel, 1) y El Gallo de la Rúa (Calle Albornoz, 5), este último con restaurante incluido y una carta desenfadada de excelente calidad.

Lejos de quedarse en esto, La Rúa Brewery tiene puestas sus miras en la creación de su propia fábrica de cerveza artesanal que estará también ubicada en la localidad de Albelda de Iregua, junto a la bodega de su anteriormente mencionado socio, Miguel Ángel. Tanto si os gusta la cerveza como si no, si alguna vez venís por la bonita ciudad de Logroño, no dudéis en pasaros por cualquiera de los locales de Bierhaus Odeón o La Rúa Brewery, os llevaréis un grato recuerdo cervecero y gastronómico de la capital del vino.

Punto…y final?

Los últimos en aparecer en la escena cervecera riojana han sido los chicos de Samhaim, una pareja formada por Joseba y Nuria, que ya desde 2013 venían haciendo cerveza en la cocina de su casa en la localidad jarrera de Haro, la capital del vino en La Rioja. Tras años de pruebas y elaboraciones decidieron dar el salto profesional en marzo del 2019, también como nómadas, elaborando sus dos primeras cervezas comerciales en la fábrica alavesa de Byra.

El nombre de Samhaim hace referencia a una festividad pagana de origen celta en la que se ponía fin a la temporada de cosechas y se agradecía a la madre tierra los alimentos proporcionados. Algunos consideran esta festividad como la precursora de la famosa celebración de Halloween o de los difuntos, ya que daba comienzo también en la entrada de los meses de más oscuridad de año.

Joseba también tiene vínculos con el mundo del vino, de hecho estudió vitivinicultura y trabaja en ese sector desde hace 17 años, lo cual no ha impedido, para nada, que se pueda dedicar también a su otra pasión, la cerveza. Con esta premisa han lanzado al mercado dos tipos de cerveza, la Tostada, de corte belga, y una IPA más ligera y refrescante. A Samhaim les gusta definir sus cervezas como un producto vivo, como el vino, que evoluciona en el tiempo y sin ningún tipo de conservante ni aditivo, lo que las hace unas cervezas completamente naturales.

A pesar de llevar poco tiempo en el mercado esperan hacerse un hueco y buscar su público, empezando como no por el más cercano, el riojano, el cual ya ha tenido ocasión de probar sus cervezas en alguno eventos locales y de donde han podido recibir un feedback muy optimista.

Estos son los nombres que han marcado, y marcan, el panorama cervecero en La Rioja, una preciosa tierra llena de vida y mágicos rincones allá donde vayas. Tierra de vinos, sí, pero también de cervezas, gastronomía, cultura, naturaleza, … y cercanía. A pesar de los tiempos inciertos que nos van a venir no debemos caer en el pesimismo y sí debemos mantener siempre la esperanza y la confianza en los que están haciendo una gran labor y dedicación, en este caso, a los que siguen manteniendo vivo el espíritu cervecero en La Rioja.

Por tod@s ellos, y tod@s vosotr@s, ánimo y salud!!

Fuentes: botellasserigrafiadas.blogspot, historiasdelcomercioeindustriariojana.blogspot, “La cerveza en España: Orígenes e implantación de la industria cervecera” de Xavier García Barber. Algunos datos de estas fuentes también han sido obtenidos de la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja.

* Agradecer especialmente su colaboración para la realización de este artículo a Luis Javier Calvo Angulo, profesor de Geografía e Historia y socio de CELCE (Club Español de Coleccionismo Cervecero), así como a Rubén García Calvo, Jose Antonío Ruíz e Iñigo San Sebastián.

You Might Also Like