Recientemente vio la luz un informe elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford y arqueólogos israelíes, en el que se aseguraba que en algunos lugares se elaboró algún tipo de cerveza antes incluso que el pan e incluso antes de la aparición de la agricultura. Esto lo dedujeron después de localizar y analizar residuos hallados en una cueva del monte Carmel, cerca de Haifa (Israel), llamada Raqefet, de la que puede ser la primera cerveza elaborada en el mundo, hace unos 13.000 años.
Estos restos arqueológicos son atribuidos a una tribu semi-nómada que habitó en la zona Este del Mediterráneo entre el Paleolítico y el Neolítico, los Natufianos. Se cree que empleaban estas elaboraciones en algún tipo de ritual mortuorio ya que los restos se hallaron en lo que parece ser un cementerio o fosa común.
El pan más antiguo del mundo fue descubierto en otro yacimiento natufiano al Este de Jordania y data de uno 12.000 años aproximadamente. Las primeras evidencias de cultivo agrícola se sitúan 4.000 años más tarde, por lo que cabe pensar que la necesidad de cerveza y pan fue lo que propició el inicio de la agricultura y el cultivo de cereal.
Según el arqueólogo Tobias Richter de la Universidad de Copenhague, los Natufianos fueron de los primeros en domesticar granos de cereal, motivado por un cambio de hábitos hacia el sedentarismo. En palabras de la profesora y directora de la investigación, Li Liu , “este descubrimiento indica que hacer alcohol no fue necesariamente el resultado de la producción de excedentes agrícolas, sino que se desarrolló para fines rituales y necesidades espirituales, al menos hasta cierto punto, antes de la agricultura”
Después de esto poco más se sabe de la tradición o cultura cervecera en Israel, teniendo en cuenta sobretodo que al igual que los fenicios, los griegos y los romanos, los antiguos israelitas tenían más devoción por el vino que por la cerveza. Fue después del exilio de los judíos a Babilonia en el siglo VI a.C, cuando comenzaron a abrazar la cerveza y varios rabinos se convirtieron en reconocidos cerveceros, como fueron los casos de los judíos babilonios Rav Chisda y su alumno Rav Papa, quienes vivieron en las cercanías de Sura durante el siglo IV.
Los comienzos de la industria cervecera israelí
Para volver a la senda de la cerveza en Israel hay que remontarse al año 1934, cuando James Armand de Rothschild, un oficial de la armada británica destinado en Palestina, se percató de una creciente demanda de cerveza por parte de los ciudadanos británicos que residían en Palestina y estableció la primera cervecería comercial local en colaboración con Gaston Dreyfus, en la ciudad de Rishon LeZion, al sur de Tel Aviv. En 1940 la Cervecería Palestina, también llamada la Cervecería Nesher, recibió el encargo de la AACI (asociación de americanos y canadienses en Israel) de suministrar cerveza a las tropas australianas establecidas en Palestina. En 1942 la cervecería fue obligada a ampliar su planta para satisfacer la creciente demanda generada por los consumidores militares y civiles.
Dos variedades de Nesher estaban disponibles en ese momento, una lager pilsner (White Nesher) y una cerveza con más aporte de malta, la Nesher Malt, conocida en hebreo como bira shechora (cerveza negra).

«ABIR» BREWERY EN NETANYA
En Abril de 1952 se comenzaron las obras para construir la que sería la cervecería más grande de Medio Oriente, la Cervecería Nacional, en la ciudad de Netanya, al Norte de Tel Aviv, que fue fundada por un grupo de inversores encabezados por Louis Herzberg. En 1954 salió de esta fábrica el que fuera considerado uno de los envíos más grandes de cerveza importada a los Estados Unidos, 180.000 botellas que llevaban en su etiqueta el nombre de Abir.
La Cervecería Nacional se fusionó con la Cervecería Palestina y la Cervecería Galilea en 1973, llegando a controlar así el 90% del mercado cervecero en Israel. A pesar del boicot egipcio hacia los productos israelíes y de la campaña por parte de los líderes musulmanes conservadores para prohibir la venta de bebidas alcohólicas en el país, en 1980 la cerveza más consumida de El Cairo y otras importantes ciudades de Egipto era una cerveza que salía de la Cervecería Nacional en Netanya.
En 1984, y tras firmar un acuerdo con el gigante americano Anheuser-Busch International, la Cervecería Nacional comenzó a elaborar la cerveza Budweiser en Israel. Desde la década de 1950, la industria cervecera israelí ha estado dominada por dos grandes empresas, Tempo Beer, quien controla el 70% del mercado, e Israel Beer. Tempo Beer produce las cervezas Goldstar y Maccabee, esta última elaborada inicialmente por el maestro cervecero Menachem Berliner, mientras que Israel Beer produce Carlsberg y Tuborg.
La irrupción de la escena craft
Israel es conocida internacionalmente por sus bodegas y sus vinos, los cuales se producían desde tiempos bíblicos. La industria moderna del vino israelí fue fundada por Edmond de Rothschild, dueño de Château Lafite Rothschild (Burdeos, Francia) y quizás por todo esto sea poco probable pensar que pueda tener un mercado de cerveza artesanal con cierta relevancia, pero esto es algo que está cambiando en el país hebreo.
Los inicios de la elaboración artesanal de cerveza en Israel son muy recientes, se sitúan en la primera década de 2000. La primera cervecería artesanal que se inauguró en Tel Aviv fue la Dancing Camel en 2005, fundada por David Cohen, nacido en Nueva York. En ese mismo año se inauguró la fábrica de cerveza Golan, en la región de los Altos de Golán. Le siguió en 2009 la Jem´s Beer Factoty, la primera micro-cervecería kosher de Israel, que operaba en Petah Tiqwa. A partir de ahí el sector artesano de la cerveza ha seguido creciendo exponencialmente.
También se comenzaron a abrir los primeros pub irlandeses en Israel, el primero fue Molly Bloom’s, que se inauguró en el centro de Tel Aviv en 2000, fruto de una sociedad entre Israel Beer Breweries y un empresario irlandés. Para el 2004 había pubs irlandeses en Tel Aviv, Herzliya, Rehovoth y Glilot.
Algo que tienen en común muchos de estos nuevos cerveceros en Israel es que son inmigrantes de origen anglosajón o francés que buscan trasladar los recuerdos de sus cervezas natales a este país. Cabe recordar que Israel es un país independiente desde 1948 con de cerca de 9 millones de habitantes y una gran mezcla de culturas.
Otro de los establecimientos emblemáticos de Tel Aviv es el Beer Bazaar, un imperio de la cerveza artesanal israelí, fundado por Avi Moskowitz, natural de Brooklyn, que comenzó como un pequeño pop-up en el mercado de Shuk Ha´Carmel en 2013. Moskowitz ha ampliado su imperio cervecero con otros cuatro locales más en Tel Aviv y otro en la ciudad santa de Jerusalén, que se ha convertido en el punto culminante de la floreciente vida nocturna del mercado de Machaneh Yehuda.
Una de las cervezas más populares de Tel Aviv es la Olde Pappa, de Dancing Camel, y que está inspirada precisamente en Rav Papa, el rabino talmudista que elaboró cerveza en Babilonia hace unos 1.600 años y del que hablábamos al comienzo de este artículo. La cerveza y la cervecería en sí son estrictamente kosher.
Los hermanos Itzik y Dani Shapiro, elaboraban cerveza en el sótano de su casa de Jerusalén antes de lanzarse a la aventura con su cervecería en Beit Shemesh, situada a unos 30 minutos del centro de la ciudad. Hoy en día, estos hermanos hacen una gran variedad de excelentes cervezas, entre ellas una Porter de chocolate envejecida en barrica y una cerveza hecha con agua de manantial de las colinas de Jerusalén.
Otra de las cervecerías artesanales con renombre es la Taybeh Brewing Company, la primera cervecería artesanal de propiedad palestina del Medio Oriente y que elabora su exquisita Summer Cherry Sour. Después de vivir en los Estados Unidos durante más de 20 años, los hermanos Nadim y David Khoury regresaron a su aldea de Taybeh en la Ribera Occidental, al norte de Ramallah, a mediados de los años noventa y fue entonces cuando el veterano cervecero casero Nadim comenzó a elaborar cervezas artesanales de manera comercial.
A pesar de ser un país pequeño y otras dificultades como la falta de cultivos propios de lúpulo y la dependencia constante en la importación de maltas, Israel tiene mucho que decir y mostrar en el ámbito cervecero, es un país lleno de contrastes que sin duda alguna son trasmitidos también a sus cervezas. Ahora solo nos queda hacer la visita de rigor para probar in situ sus cervezas locales y disfrutar de muchas otras cosas.
Salud!!
Fuentes: timesofisrael, timeout, farandwide, vinepair