Aunque Estados Unidos es actualmente el hogar de la cultura de la cerveza más diversa del mundo, Bélgica continúa siendo preciada como el país con la escena cervecera más singular.
Mientras que otros países con ricas tradiciones cerveceras vieron sus estilos nativos extenderse por todo el mundo -las lagers alemanas se apoderaron del globo y las pale ale inglesas influenciaron los primeros días de la obsesión de la cerveza artesanal en Estados Unidos – la cultura cervecera belga se mantuvo insular, fiel a los métodos tradicionales y a estilos rara vez vistos fuera de su propio país.
En las últimas dos décadas, los estadounidenses finalmente han aceptado por completo lo que sucede en Bélgica, hoy en día, estilos que van desde Abadia a Gueuze también son elaborados por cerveceros estadounidenses.
De vuelta en Bélgica, gran parte de la cultura cervecera sigue centrada en cervezas que han pasado la prueba del tiempo. Al seleccionar estas 25 cervezas belgas, nos concentramos en reconocer los clásicos mientras abarcamos la mayoría de los estilos propios del país. Con suerte, esta lista te dará una amplia visión sobre grandes cervezas belgas y te mantendrá con un montón de cosas pendientes por probar.
Cantillon Fou’ Foune
En la década pasada, este especialista en cervezas Lambic de cuarta generación ininterrumpida, con más de un siglo de operaciones, pasó a ser el productor favorito de estas cervezas de culto, tan reconocidas, que lograr probarlas fuera de Bélgica podría parecer imposible. Si alguna vez tienes la posibilidad de elegir una Cantillon, Fou’ Foune incluye la deliciosa adición de albaricoques de Bergeron sin comprometer ninguna de las famosas complejidades de la cervecería.
Oude Gueuze Tilquin a L’Ancienne
Debido a que los estadounidenses vieron que las importaciones de Cantillon no superarían el goteo, los amantes de las cervezas ácidas tuvieron que buscar en otro lugar. A pesar de ser un emprendimiento relativamente nuevo (abrió en 2009), el fundador y blender Pierre Tilquin probó muchas de las cajas correctas. Tilquin trabajó para Cantillon y es el único blender en el mundo que puede trabajar con mosto de esta cervecería. Valga decir que el resultado final es una bocanada descarada de bondad ácida.
Lindemans Gueuze Cuvee René
Con casi 200 años de antigüedad, Lindemans es uno de los productores Lambic más conocidos del mundo. Aunque cervezas como su popular Framboise pueden ser un poco agresivas en el carácter a fruta para conocedores serios, la firma de su Lambic Cuvee Rene es la de una bebida digna para los amantes de la acidez en cualquier nivel de sofisticación.
Oude Geuze Boon Black Label
Aunque Oude Geuze Boon tiende a caer en el lado más accesible del espectro de este ácido estilo, la etiqueta Black Label va realmente un paso más allá. La cervecería dice que elige sus Lambic “más secas” para esta mezcla y de hecho, aunque mantiene su tomabilidad, tiene un punto adicional de agritud y acidez.
Fonteinen Oude Kriek
Ninguna lista de cerveza belga estaría completa sin una Kriek- una Lambic elaborada con cerezas ácidas. Puesto que el estilo es una mezcla intrínseca de dos productos ácidos, conseguir que todo se entremezcle con un sentido de compleja armonía puede ser sorprendentemente difícil. Sin embargo, Brouwerij Drie Fonteinen es un aclamado productor de Lambic y el resultado es perfecto.
Rodenbach Alexander
Durante 17 años, Alexander fue sólo una cerveza legendaria prácticamente olvidada de la Brouwerij Rodenbach, una cervecería belga con un montón de reconocidas cervezas rojas de Flanders bajo su cinturón. Pero el año pasado, Rodenbach reintrodujo esta foederbier bellamente empaquetada, madurada con cerezas ácidas que logró reactivar la apreciación de su delicado equilibrio entre dulzor y acidez.
Monk’s Café Flemish Sour Ale
Tom Peters, dueño de Monk’s Café en Filadelfia, tiene el gran mérito de ser uno de los primeros en popularizar las cervezas ácidas belgas en los Estados Unidos, pero lo que a menudo se pasa por alto es que Monk tiene su propia cerveza ácida: Monk’s Café Flemish Sour Ale, una Brown ácida elaborada por la Brouwerij Van Steenberge y seleccionada a mano por Peters para llevar el nombre de su cafetería. Por supuesto, este cerveza no es para todos: es una mezcla exagerada de dulzor casi al nivel de una coca cola y una acidez prácticamente vinagre. Sin embargo, es una cerveza inusual de un lugar legendario que todo el mundo debería probar.
Cuvée des Jacobins Rouge
Aunque Rodenbach Alexander destella con sabores a cereza y Monk’s Café Flemish Sour mantiene una historia única, los bebedores de cerveza que buscan una verdadera cerveza flamenca clásica no necesitan mirar más allá de Cuvee de Jacobins Rouge. Desde 1970, esta foederbier pura, envejecida por al menos 18 meses, es considerada como un ejemplo de cómo debe ser alcanzado el equilibrio entre lo agrio y lo dulce.
Liefmans Goudenband
Mientras que muchas sours son conocidas por su intensidad, Liefmans Goudenband es una Oud Bruin de Flanders extremadamente accesible. La acidez inherente del estilo es equilibrada por una columna vertebral maltosa. Es una Brown ácida clásica sin ningún truco.
Saison Dupont
Mucho antes de que múltiples cervecerías abrieran por todas partes, cada una sirviendo su propia versión del estilo Saison, la cervecería belga Brasserie Dupont se mantuvo produciendo la Saison más reconocible del mundo. Aunque la competencia se ha intensificado, Saison Dupont sigue siendo el estandarte: es frutal y especiada, con un magnífico encanto seco y rústico.
Fantome Saison
Mientras que Saison Dupont es vista como el estandarte, la Saison de Brasserie Fantome podría ser vista como el nuevo clásico. Desde su inauguración en 1988, esta cervecería ha ganado fama internacional, en parte gracias a su buque insignia excepcionalmente jugosa y compleja.
St. Bernardus Witbier
Los estadounidenses están obsesionados con las cervezas de trigo belgas, lo que significa que ninguna lista estaría completa sin al menos una. Aunque St. Bernardus produce muchas cervezas aclamadas, su Witbier no es sólo una sorprendentemente compleja y ácida cerveza en el estilo, sino que también fue desarrollado en colaboración con Pierre Celis, el legendario cervecero detrás del renacimiento del estilo.
Brouwerij De Ranke XX Bitter
Hace una década, las cervecerías artesanales estadounidenses entraron en una fase elaboración de IPAs belgas, escencialmente IPAs lupuladas elaboradas con levadura belga. Elaborada por primera vez en 1996, XX Bitter -alguna vez denominada “la cerveza más amarga de Bélgica”- podría ser vista como una temprana precursora de esta tendencia. Aunque esta cerveza fuertemente lupulada puede parecer insignificante para los estándares modernos, los bebedores de cerveza que buscan los clásicos necesitarán probarla.
Houblon Chouffe Dobbelen IPA Tripel
Si las IPAs belgas son como su taza de té, será muy difícil encontrar un ejemplo más clásico y elogiado que Houblon Chouffee, actualmente elaborada en Bélgica por Brasserie d’Achouffe. En 2006, la cervecería aplicó la sensibilidad de una IPA americana a una Tripel belga y este monstruo de 9 ABV, elaborado con lúpulos americanos fue el maravilloso resultado.
Orval
En muchos sentidos, Orval podría ser vista como la cerveza con brettanomyces iniciatica. No fue la primera elaboración en exhibir esta cepa de levadura funky, pero para muchos estadounidenses, Orval fue su primera exposición a este sabor único. Más de ocho décadas después de su primera introducción, la mezcla deliciosamente obscena de Orval con sus notas cítricas, amargas y fenólicas todavía valen la pena ser exploradas.
Petrus Aged Pale
Pocas cervezas percuten el equilibrio ideal entre ácido y amargo como Petrus Aged Pale. Aunque incorpora la denominación “pale” en su nombre, esta cerveza -100 por ciento envejecida en barricas gigantes de roble conocidas como foeders- aterriza en el paladar con una acidez que provoca fruncimiento de labios antes de ceder el paso a un final terroso y seco.
Duvel
No todas las ocasiones requieren una Golden Ale belga de 8,5 ABV que ofrezca ésteres frutales y un chasquido de dulzor maltoso que luego evoluciona en amargor especiado. Pero si estás deseando escoger una Golden Ale belga clásica y no sabes por dónde empezar, destapar una Duvel es como abrir el libro del estilo en la página uno.
De Dolle Arabier
Si sientes que ya has bebido suficiente Duvel o sólo si prefieres una cervecería con un poco más de carácter independiente, De Dolle Arabier es una Strong Ale belga igualmente potente, pero con un carácter diferente gracias al uso de dry-hopping con lúpulo Nugget y una cepa de levadura funky.
De la Senne Taras Boulba
No todas las cervezas belgas tienen que ser monstruos con altos niveles de alcohol. Taras Boulba es una cerveza session ligera y lupulada de sólo 4,5 ABV que ofrece el carácter de levadura esterosa y especiada que se espera de una cerveza belga. Es un refrescante ganadora que vale la pena buscar, especialmente si el resto de esta lista te deja los ojos girando sin parar.
Trappistes Rochefort 8
Muchas cervezas Trapenses tienen la reputación de ser muy intensas, que es lo que hace que una elaboración como Rochefort 8 sea tan intrigante. A pesar de su profundo color marrón dorado y sus algo absurdos 9,2 ABV, mucho sobre esta cerveza es delicadeza, especialmente sus aromas a cóctel de frutas y azúcar morena sumados a sus sabores a higo y cereza negra.
Chimay Grande Reserve
Para muchos estadounidenses, Chimay fue la introducción a la cerveza belga. Antes de que la cerveza artesanal se apoderara completamente de Estados Unidos, esta marca se encontraba fácilmente disponible y llevaba consigo un aire de sofisticación que la mayoría de las marcas de cervezas locales no podía alcanzar. Incluso hoy en día, su contenido sigue tan delicioso como siempre. La Grand Reserve, coloquialmente conocida como “Chimay azul” es especialmente memorable, una belleza de color marrón oscuro llena de sabores a frutas secas.
Westmalle Tripel
Aunque esta lista se inclina hacia las cervezas ácidas, muchas de las cervezas clásicas de Bélgica pertenecen a un trío de estilos: Dubbel, Tripel y Quadrupel, tres tipos de cervezas de abadía que han sido elaboradas durante generaciones. Apodada la “madre de todas las Tripel”, Westmalle desarrolla este estilo dorado y frutal a partir de una receta que la abadía dice no ha cambiado desde 1956. Es una Tripel clásica que deberías encontrar.
Westvleteren 12
Durante años, esta hermosa Quadrupel belga ha sido calificada como una de las mejores cervezas, si no, la mejor cerveza del mundo. Si esta aclamación es el resultado de la calidad de la cerveza (sabrosa, con notas intensas a caramelo y frutas oscuras) o la rareza (es muy difícil de conseguir) da para debate. Tu mejor opción es intentar “cazar” una y formar tu propia opinión. Lograr encontrar una botella es la mitad de la experiencia.
Deus
Miller High Life puede tener una marca registrada del término “El Champagne de las cervezas”, pero en la década pasada, las cervezas destinadas a imitar algo de la sofisticación del champán se han convertido en un estilo propio, conocido como biere brut o biere de Champagne. Deus, que es probablemente el ejemplo más conocido y su proceso de elaboración culmina en la región de Champagne, Francia. El resultado es apropiadamente pálido y de estructura seca, a pesar de conservar gran parte del carácter funky de una cerveza belga.
De Struise Brouwers Black Albert
Aunque Russian Imperial Stout es un estilo que no se asocia comúnmente a Bélgica, esta monstruosa cerveza de 13 ABV debería ser parte de cualquier discusión sobre las mejores Stout del mundo.
Fuentes: The beer times, Food and wine
