Estilos

Milk Stout, ¿estamos hablando de cerveza?

Ya sabemos de sobra que cada vez más, la oferta de cervezas, en cuanto a variedad se refiere, es muy amplia y que podemos encontrar estilos cerveceros más o menos conocidos y reconocidos.

Las cervezas stout ya no resultan tan extrañas de ver, incluso su nombre es cada vez más familiar entre el común de los mortales cerveceros, pero dentro de este estilo de cerveza podemos encontrar alguna que otra variante que quizás sea menos habitual de ver.

Entre estas variantes vemos muchos nombres que nos pueden evocar cuanto menos cierta curiosidad o extrañeza, como es el caso de las Milk Stout, que si lo traducimos literalmente quiere decir “stout de leche”, o lo que es lo mismo, una cerveza negra de leche.

Lo primero que pensamos y que nos viene a la cabeza es que estas cervezas efectivamente lleven leche entre sus ingredientes, pero ¿es esto del todo cierto? Pues realmente no, así que lamentándolo mucho debemos deciros que no podéis sustituir vuestro café o vuestro vaso matutino de leche por una Milk Stout. O sí, si te gusta desayunar por todo lo alto.

Lo que realmente llevan estas cervezas, y de ahí que se le asocie este nombre, es lactosa, o lo que viene a ser lo mismo, el azúcar principal que contiene la leche. Pero lo mejor es que echemos la vista hacia atrás y retrocedamos unos cuantos años en el tiempo para explicar cómo surgieron estas cervezas.

Como bien indica su nombre, estas cervezas proceden de la familia Stout, las cervezas oscuras por excelencia que evolucionaron a partir del clásico estilo Porter inglés en los s. XVIII y XIX. Las Milk Stout tuvieron su primera aparición, documentada, en el año 1907, de la mano de la Mackeson Brewery, aunque fue un par de años después cuando lanzó una cerveza stout en cuya etiqueta se mostraba un batidor de leche.

Poco después, a finales de la década de 1920, la multinacional Whitbread adquirió el control de la cervecería a través de Jude Hanbury & Co. Ltd., pero la elaboración de cerveza continuó en manos de Mackeson hasta mayo de 1968. Hoy en día, el nombre Mackeson se ha convertido en sinónimo de cerveza negra suave y se puede encontrar en varios países.

No obstante, las Milk Stout, no alcanzaron fama hasta pasada la II Guerra Mundial, donde se la empezó a conocer también por el nombre de Cream Stout o Sweet Stout. Era habitual por aquel entonces que estas cervezas, bajas en contenido alcohólico y muy suaves en boca, se comercializasen como una bebida saludable que, durante un tiempo, incluso fue recetada o recomendada tanto para madres lactantes y personas inválidas como para deportistas.

Tras la II Guerra Mundial, llegó un fuerte periodo de escasez y racionamiento de alimentos, por lo que el gobierno británico prohibió mencionar la palabra milk (leche) en las etiquetas de estas cervezas, ya que realmente no contenían esta materia prima y entendían que podía llevar a engaños entre la población que pasaba tiempos de hambruna.

A finales del s. XX, la fama de las Milk Stout cayó en picado en Reino Unido, pero curiosamente fue en un país africano, Sudáfrica, donde siempre encontró una buena aceptación, elaborándose desde 1912, gracias a una licencia concedida por Mackeson, la Castle Milk Stout, una cerveza que perdura hoy en día hasta en 9 países de ese continente. Esta cerveza se convirtió en una de las cervezas más vendidas de la compañía Castle, particularmente después de que en 1962 se levantase la absurda prohibición, impuesta en 1928, de que los sudafricanos negros bebieran cervezas europeas.

Pero ¿cómo es realmente una Milk Stout?

En cuanto a la parte más técnica de estas cervezas cabe mencionar que el azúcar de la leche, la lactosa, no es fermentable por las levaduras cerveceras, y en consecuencia, lo que hace, es aportar cuerpo, generando una sensación más cremosa en boca, así como un suave dulzor a la cerveza. En cuanto al resto de ingredientes, las maltas tostadas aportan aromas y sabores a chocolate y café, y el lúpulo tiene un protagonismo muy anecdótico en estas cervezas, salvo por un ligero amargor final en boca que da cierto equilibrio a ese dulzor inicial, haciendo que la cerveza no resulte para nada empalagosa.

Aquí en España, recientemente, Estrella Galicia, desde su marca Fábrica de Cervezas, acaba de lanzar su propia Milk Stout de cercanía, utilizando lactosa procedente de granjas 100% gallegas, cuyas vacas han sido alimentadas con el bagazo resultante de sus elaboraciones en fábrica.

Para la elaboración de esta cerveza han añadido la lactosa en la caldera de ebullición, consiguiendo una suave textura sedosa. Han utilizado también siete maltas diferentes, entre ellas maltas tostadas, significativamente presentes, y que caracterizan el color y perfil aromático de esta cerveza, acompañado por el lúpulo Huell Melon que lo complementa con suaves matices afrutados y resinosos.​

Solo nos queda invitaros a que probéis alguna cerveza de este estilo tan «poco convencional” y que descubráis vosotr@s mism@s cómo son, y quien sabe si podrían llegar a ser una de vuestras cervezas de cabecera.

¡Salud!

Fuentes: dover-kent.com, hatads.org.uk, zythophile.co.uk

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